Reseña en ABABOL. LA VERDAD. MURCIA. 28 febrero 2009:
“COMPAÑEROS DEL ALMA
'El canto y la mirada'. Una elegante edición de Incunae en papel tundra y con ilustraciones in. Ginés Aniorte sienta al heptasílabo en la silla de anea de la abuela, José Mª Álvarez atisba Venecia desde el ojo de buey del Cartagonova, Dionisia García pasea con sus amigos y Juana Marín Saura da cuerda al reloj crepuscular, Antonio Parra añora la lluvia vespertina, Soren Peñalver cita a los dioses en los juncos de la orilla, Pedro Felipe Granados abrillanta el olivo de las palabras milenarias, Aurora Saura cruza la noche bohemia, Torres Monreal se recluye en el monasterio silente y Eulogio Villena recrea el Malecón de los sueños rotos. Murcia es.” ANTONIO ORTEGA
AUTORES: Ginés Aniorte, José María Álvarez, Dionisia García, Juana J. Marín Saura, Antonio Parra, Soren Peñalver, Pedro Felipe Granados, Aurora Saura, Francisco Torres Monreal, Eulogio Villena.
ILUSTRACIONES: Pepe Buitrago, Francisco Ñíguez, José Manuel Fernández Melero, Carmen Baena, Pepe Yagües, Rosa Vivanco, Pedro José Sánchez de la Fuente, Ángel Hernánsaez, Barbara Carpi, Juan José Molina Villaescusa.
Portada de "El canto y la mirada"
En esta página, obra de Carmen Baena, Álma de pájaro, que ilustra los poemas de Juana J. Marín Saura que aparecen en esta antología.
Enlace a Librería Solar del Bruto:
Ilustración "El espejo de la memoria" de Juan José Molina Villaescusa, que acompaña los tres poemas de Eulogio Villena que aparecen en esta antología poética (Alas, Se alzan miradas, Adelfas).
Eulogio Villena ofrece graciosamente este poema, que para mí representa una genuina instantánea de aquella época convulsa, maravillosa, de estallido creativo y liberación de toda una generación, que fueron los años 80 en España (extraído de "El canto y la mirada").
EULOGIO VILLENA |
ALAS
Joven acracia del Malecón,
militantes del desespero.
La ciudad nos escupía
del asfalto al espacio
abierto, al "milagro
de la luz".
Las alas
de ángeles replegadas
bajo las chupas de cuero.
Revoloteábamos
sobre la humareda de circo
de la marihuana y la risa,
y del gratuito beso de la colega,
que nos hacía pasar,
embrujados,
por el juzgado de la desilusión.
Pues la indolente juventud
(como el Paseo) acaba.
Y más allá no había nada.
Eulogio Villena
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